La Unidad de Investigación Biomédica desarrolla un método para detectar la enfermedad hepática sin biopsia en pacientes obesos
El resultado se ha publicado en la 'International Journal of Obesity', la revista más importante en su ámbito
La Unidad de Investigación Biomédica de Reus ha desarrollado un método que permite detectar la enfermedad hepática -aquella que afecta al funcionamiento del hígado- con sólo un análisis de sangre, sin biopsia. Este descubrimiento abre las puertas a encontrar métodos similares para detectar enfermedades como la arteriosclerosis o el cáncer, de forma precoz. Se trata de un avance pionero, que se enmarca en una ciencia relativamente moderna: la metabolómica.
Son muchos los científicos en todo el mundo que investigan cómo mejorar la detección de ciertas enfermedades gracias a la metabolómica. Pero ha sido el equipo de Jorge Joven, en la Unidad de Investigación Biomédica (URB) de Reus, el que ha validado el primer marcador metabolómico disponible. Se trata del α-cetoglutarato, un metabolito que en ciertas condiciones se detecta en la sangre. Permite identificar si el hígado de una persona está enfermo, y en qué grado, sin tener que hacer ninguna intervención agresiva. En este estudio han participado el Hospital Sant Joan de Reus, el Centro de Ciencias Ómicas (COS) y la Universitat Rovira i Virgili; y se ha publicado en la revista International Journal of Obesity, la más importante del mundo en su ámbito y que pertenece al grupo Nature.
El método desarrollado permite diagnosticar al enfermo más rápidamente (la biopsia sólo se practicaba cuando la enfermedad era ya evidente) y, por tanto, tratarlo desde un estado muy inicial. Además, tiene otras ventajas: permite detectar en qué grado se encuentra la enfermedad, disminuye el tiempo de respuesta, y es más fácil de interpretar por parte del personal médico. Por otro lado, en tratarse de un análisis de sangre, no es nada invasivo y puede realizarse en muchos más casos que la biopsia. "El enfermo estará mucho más protegido y diagnosticado que antes", concluye el doctor Jorge Joven, investigador y profesor de la URV y del Hospital Sant Joan. El descubrimiento es válido en aquellos casos donde la enfermedad hepática tiene causas no relacionadas con el alcoholismo, como por ejemplo la obesidad.
La metabolómica es la clave
¿Por qué un simple análisis de sangre permite identificar si el hígado de una persona está enfermo? La respuesta está en la metabolómica, una ciencia reciente que estudia las huellas químicas que dejan los procesos celulares. Cuando una célula recibe energía en forma de glucosa, la transforma en trifosfato de adenosina (ATP), una sustancia que actúa como "combustible" celular. Si el organismo tiene suficiente combustible pero sigue recibiendo glucosa (es decir, si comemos más de la cuenta), se desborda y pasa a la sangre en forma de α-cetoglutarato. El resultado, a grandes rasgos, es que a mayor cantidad de α-cetoglutarato en la sangre de una persona, más cerca estará de padecer enfermedad hepática.
El equipo ha analizado la sangre de varios pacientes a los que se les ha practicado también una biopsia, y ha comparado los resultados hasta encontrar la relación con esta sustancia. "Todo lo que nosotros estudiamos está a la célula. Siempre ha estado allí. Por primera vez, hemos encontrado un marcador de un proceso celular en la sangre", explica Joven.
Un futuro aún más prometedor
"La ciencia de la metabolómica es muy nueva", añade Joven, "pero este descubrimiento abre la puerta a otros aún más importantes". Indicadores que hasta ahora los investigadores buscaban en la célula, ahora pueden encontrarse en la sangre. "Tenemos algunos candidatos para marcadores de otras enfermedades, como el cáncer, y pronto empezaremos las pruebas", anuncia el investigador. Si el trabajo de la Unidad de Investigación Biomédica sale bien, en dos o tres años un simple análisis de sangre permitiría diagnosticar si una persona padece cáncer, y tratarlo, incluso cuando éste todavía es subclínico (es decir, antes de que se manifiesten sus síntomas).
Para Joven, la clave del descubrimiento que han hecho está en la cuantificación: "Hasta ahora, se buscaba un indicador dual: enfermo o no enfermo. Y un día pensamos que ese no era el enfoque correcto y que lo teníamos que cambiar". El grupo ha cuantificado los valores de α-cetoglutarato en una escala que cualquier médico puede interpretar y que indica la gravedad de la enfermedad en función del resultado. "Esto ha supuesto muchísimo trabajo, y mucho dinero, pero hemos cambiado la manera como se entiende la búsqueda de marcadores en la metabolómica".
La obesidad, una de las prioridades del grupo
El equipo de Joven en la URB lucha contra las enfermedades que acortan la vida de las personas o afectan a su calidad. La obesidad es uno de sus principales objetivos: "El 80 % de los enfermos de obesidad mórbida desarrollan enfermedad hepática", afirma. Esta patología es, además, un factor de riesgo para padecer cáncer o arteriosclerosis. Para Joven, este descubrimiento no es casual: "El entorno en Reus-Tarragona es ideal para este tipo de investigaciones", explica, "porque tenemos un Hospital con expertos en intervenciones quirúrgicas relacionadas con la obesidad, un Centro de Ciencias Ómicas (COS) con la infraestructura necesaria, y grupos de gran calidad investigadora en torno a los hospitales, que trabajan en el tema". En cuanto al COS, se trata de una infraestructura puntera con equipamientos de alto nivel, difíciles de encontrar en otros lugares.
El descubrimiento de la Unidad de Investigación Biomédica ya se aplica en el Hospital Sant Joan de Reus, en colaboración con el COS, donde se analizan las muestras. La Fundació URV, por su parte, trabaja ahora en comercializar esta tecnología (que está en trámite de ser patentada) e implantarla en otros hospitales y centros médicos. El "secreto" para una buena salud, sin embargo, sigue siendo "comer mucho menos y moverse mucho más", tal como nos recuerda Jorge Joven.