La exposición a los compuestos del humo del tabaco depositados en el hogar, aumenta el riesgo de cáncer
La investigación, coordinada por la Universidad de York del Reino Unido con la participación de investigadores de la URV ha puesto de relieve el riesgo potencial de cáncer entre los no fumadores expuestos a gases y en partículas del humo del tabaco
La investigación, coordinada por la Universidad de York del Reino Unido con la participación de investigadores de la Universitat Rovira i Virgili, ha puesto de relieve el riesgo potencial de cáncer entre los no fumadores - particularmente los niños pequeños- expuestos a los gases y a las partículas del humo de tabaco depositado en las superficies del hogar. El estudio, que se ha hecho en hogares de Tarragona, manifiesta que los riesgos de la exposición al tabaco no acaban cuando se apaga un cigarrillo, sino que se está en riesgo por el contacto con superficies y polvo contaminados por gases de combustión y partículas residuales. Hasta ahora, los riesgos potenciales de cáncer por esta vía de exposición, que se conoce como humo de tercera mano (Thirdhand tobacco smoke (THS), en inglés), han sido muy poco estudiados y no se han considerado en las políticas de salud pública.
En este estudio se estima por primera vez el riesgo potencial de cáncer de la exposición por ingestión y contacto dérmico de polvo doméstico contaminado con N-nitrosaminas y nitrosaminas específicas del tabaco (TSNAs), que proviene de la degradación de la nicotina depositada a las partículas de polvo. La exposición a este cancerígeno genera un riesgo potencial de cáncer entre los no fumadores y, especialmente, entre los niños de hasta 5 años.
Esta es la principal conclusión del artículo "Exposure to nitrosamines in thirdhand tobacco smoke increases cáncer risk in non-smokers" que se ha publicado a la revista científica Environment International en el que han tomado parte los catedráticos Rosa Maria Marcé y Francesc Borrull, del grupo de investigación de Cromatografía y Aplicaciones Medioambientales del Departamento de Química Analítica y Química Orgánica de la facultad de Química de la URV. Esta línea de investigación la inició la investigadora Noelia Ramírez durante su doctorado que obtuvo en el citado grupo de investigación de la URV y que actualmente es investigadora postdoctoral de la Universidad de York.
Mediante el uso de técnicas analíticas altamente sensibles y selectivas, los investigadores han determinado la presencia de nicotina y nitrosaminas en muestras de polvo de viviendas del área de Tarragona, ocupados por fumadores y no fumadores. Las medidas se han realizado utilizando un sistema de cromatografía de gases bidimensional integral, acoplado a un detector selectivo de nitrógeno, que ha permitido que se puedan medir por primera vez las pequeñas cantidades de TSNAs presentes al polvo. Utilizando los niveles observados de nitrosaminas y los datos toxicológicas oficiales más recientes, se ha estimado el riesgo a adquirir cáncer por esta exposición.
En una etapa temprana de la vida (1-5 años), el riesgo estimado en este estudio supera el límite superior recomendado por la USEPA (United States Environmental Protection Agency) en el 77% de los hogares de fumadores y en el 64% de los hogares de no fumadores, con un riesgo máximo de un caso adicional de cáncer debido a esta exposición por cada mil niños expuestos en casas de fumadores.
La presencia de contaminantes específicos del tabaco en los hogares "libres de humo" pone de manifiesto que la nicotina y las nitrosaminas específicas del tabaco se pueden depositar en las partículas ambientales y llegar a los hogares de los no fumadores desde el exterior. Los resultados presentados evidencian las consecuencias potencialmente graves a largo plazo de la exposición al llamado humo de tercera mano, especialmente entre los niños, y aportan nueva evidencia sobre su potencial riesgo para la salud y, por lo tanto, los autores del trabajo consideran que se tienen que tener en cuenta para elaborar las futuras políticas ambientales y de salud.
El estudio ha tenido el apoyo del Consejo de Investigación del Medio ambiente Natural del Reino Unido (NERC) y de la Dirección general de Investigación de la Generalitat de Cataluña.