Las gestantes que dejan de fumar reducen el riesgo de partos prematuros
Un estudio de investigadoras de la URV y del IISPV pone de manifiesto que las embarazadas que dejan de fumar durante el primer trimestre de gestación tienen el mismo riesgo de tener hijos prematuros y con bajo peso que las que no han fumado nunca.
El objetivo del trabajo ha sido evaluar el efecto de la exposición materna al tabaco en relación con el riesgo de sufrir partos prematuros y de bajo peso, comparando las fumadoras activas, las pasivas y las que han dejado de fumar con las mujeres no fumadoras y teniendo en cuenta, también, otros factores de riesgo. Para hacerlo el grupo de investigación en Nutrición y Salud Mental de la URV ha llevado a cabo un estudio - liderado por Victoria Arija - a 282 mujeres embarazadas sanas, una parte de las cuales no estaban expuestas al humo del tabaco (habían dejado de fumar durante el primer trimestre del embarazo o no habían fumado nunca) y se compararon con las expuestas al humo (fumadoras activas y fumadoras pasivas).
Los resultados han demostrado que las mujeres que habían dejado de fumar durante el embarazo -a partir del primer trimestre- han evitado el riesgo que tienen las fumadoras activas y las pasivas de tener partos prematuros o bebés de bajo peso al nacer. De este modo, según Blanca Ribot se rompe el mito que es mejor fumar poco que dejar de fumar puesto que demuestran, con los resultados del trabajo, que las mujeres que dejan de fumar tienen el mismo riesgo que las no fumadoras. De los resultados destaca, además, que el riesgo por el bebé de las fumadoras pasivas-en términos de prematuridad y de bajo peso- es el mismo que el que tienen las fumadoras activas. Las mujeres expuestas al tabaco tienen hasta seis veces más riesgo de tener hijos prematuros que las no fumadoras o las que lo han dejado durante los primeros meses de gestación.
Así, el tabaquismo materno influye en el peso del neonato mediante alteraciones que se producen en el desarrollo de la placenta, al inducir hipoxias - insuficiencia de oxígeno a la sangre- placentarias y afectar el transporte de nutrientes. Otro mecanismo por el cual el peso del neonato puede verse afectado es lo relacionado con los efectos tóxicos provocados por la nicotina, que intervendría sobre el metabolismo de la hormona leptina, afectando al crecimiento del feto. Estos mecanismos quedan interrumpidos al abandonar el hábito, tal como muestran los resultados del trabajo, donde se demuestra que el grupo que abandona el tabaco durante el primer trimestre no presenta diferencias con el grupo de mujeres no fumadoras, y tiene hijos con significativamente mayor peso al nacer que el grupo de mujeres expuestas al tabaco.
La investigación se ha publicado a la revista Medicina Clínica y la firman Blanca Ribot, Rosanna Isern, Carmen Hernández-Martínez, Josefa Canals, Nuria Aranda y Victoria Arija -investigadora principal-, todas miembros del grupo de Investigación Nutrición y Salud Mental. El estudio se hizo en mujeres embarazadas a partir de la décima semana de gestación hasta el parto. Lo llevó a cabo la Unidad de Nutrición y Salud Pública de la URV en colaboración con la Unidad de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitari Sant Joan de Reus.
En España cerca de entre un 30 y un 40% de las mujeres embarazadas son fumadoras activas al inicio de la gestación. Un 40% abandona el hábito al inicio, pero entre un 13 y un 25% continúa fumando durante todo el embarazo. Y hay un porcentaje de entre el 14 y el 26% de mujeres que, a pesar de que no son fumadoras, están expuestas al tabaco en su entorno. A pesar de que hay estudios que demuestran el efecto del tabaco activo y pasivo en el recién nacido, hasta ahora no se había valorado el beneficio del abandono del hábito al inicio de la gestación, un hecho este que permite tener ahora argumentos sólidos para poder reforzar el consejo de dejar de fumar.